Estos últimos meses hemos sido testigos de la inestabilidad de nuestra economía, de la precariedad del sistema político y de la fragilidad de la vida. Como lo indica la encuesta Marcas Ciudadanas de Cadem, esto ha derrumbado muchas de las certezas que algún día tuvimos: la movilidad social, la libertad y la estabilidad económica. Y es que solíamos escuchar que éramos el país modelo de América Latina y crecíamos demostrando una solidez envidiable. De una u otra forma, nos convertimos en el Estado en el que nuestros vecinos querían vivir y así lo dejaba de manifiesto la significativa cantidad de migrantes que llegaron al país en los últimos años.
Sin embargo, desde octubre del 2019 hemos sufrido muchos cambios sorpresivos e inesperados, que han puesto en evidencia la inestabilidad de las políticas públicas y la indiferencia y falta de responsabilidad social de algunas empresas. Pero esto es sólo la punta del iceberg, ya que hoy somos un país en el que las diferencias se han agudizado debido al considerable aumento de la pobreza.
En este contexto necesitamos que todos los actores sociales empaticen con la nueva realidad. El Chile de hoy requiere de ciudadanos conscientes y responsables, de políticos con ética y sentido de bien común y, por supuesto, de empresarios solidarios y cercanos, que jueguen un rol activo en la solución de los problemas que afectan a los chilenos.
Estas nuevas exigencias a las empresas las podemos observar al revisar la encuesta antes mencionada encuesta Cadem que muestra que un 29% de los consumidores se declara como ciudadano(a) consciente que cree que las marcas tienen un rol social importante y que tienen el poder para cambiar el mundo. Otros se consideran consumidores activistas (27%), que son quienes, según dicen, premiarán a las marcas que colaboraron con sus trabajadores y con los consumidores durante la crisis sanitaria.
Sin duda, los cambios traen nuevos paradigmas y los nuevos paradigmas generan nuevas exigencias. De esta forma las personas hoy reconocen y valoran el compromiso de las empresas que sintonizan adecuadamente con la sociedad, como lo sucedido con Colún, que quedí en el podio en el ranking de marcas ciudadanas 2020.