En un país que anhela respuestas, el plebiscito del 17 de diciembre de 2023 ha dejado más preguntas que certezas. Aunque la ciudadanía expresó inicialmente su deseo de construir una nueva hoja de ruta, una nueva constitución que abordara no solo los conflictos presentes sino también las necesidades latentes, el resultado del plebiscito revela un panorama confuso.
El proceso, marcado por un rechazo en la primera fase y una victoria de la opción en contra en la segunda, refleja la dificultad de la sociedad para encauzar de manera asertiva los problemas que la aquejan. La pregunta que persiste es: ¿Cuáles son los distintos problemas que enfrentamos como sociedad y por qué no logramos resolverlos de manera eficaz?
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La incapacidad de la sociedad para encontrar una solución clara y consensuada resalta la necesidad de examinar el encausamiento institucional. El plebiscito, lejos de ser un punto de llegada, se convierte en un punto de partida para reflexionar sobre la efectividad de los mecanismos que tenemos para abordar los desafíos sociales.
La atención se centra ahora en el gobierno, liderado por el presidente Gabriel Boric, y en la forma en que está abordando la política pública. ¿Es la descentralización una solución viable, o estamos observando una dispersión de esfuerzos y logros? La descentralización del gobierno central, si bien puede fortalecer los lazos regionales, plantea interrogantes sobre la capacidad de absorción de estos esfuerzos por parte de los gobiernos regionales y municipios.
El Presidente Boric enfrenta la tarea crucial de equilibrar la descentralización con la necesidad de mantener una dirección coherente y efectiva a nivel nacional. ¿Cómo se impregna la ciudadanía con los distintos legados regionales sin que estos sean absorbidos por las complejidades de la burocracia regional?
En medio de este panorama incierto, el gobierno tiene la responsabilidad de aprender de las lecciones del plebiscito y responder a las expectativas de una sociedad que busca respuestas claras y soluciones concretas. El 2023 ha dejado un desafío sobre la mesa, y la mirada está puesta en cómo el gobierno interpretará este escenario y construirá un camino hacia un futuro más claro y resiliente para todos.