Este 2024, las Fiestas Patrias se nos presentan con tres fechas oficiales de conmemoración, pero como buenos chilenos sabemos que fácilmente se extenderán a 10 días de alegría, unidad y orgullo nacional. Este periodo no solo será uno de los feriados más esperados del año, sino una verdadera celebración de lo que significa ser chileno, del encuentro con nuestras raíces, nuestra historia y nuestra tierra única.
Ser chileno no es solo portar un documento de identidad, es el orgullo de haber nacido en el país más largo y angosto del mundo. Un territorio que tiene el desierto más árido del planeta, el de Atacama, y que abre la puerta a casi todos los climas posibles, desde este territorio inhóspito, pasando por un clima mediterráneo en el centro, hasta llegar a las lluviosas y heladas regiones del sur. Este contraste no solo nos sigue asombrando, sino que también nos llena de orgullo. Nuestro país es una muestra viva de diversidad geográfica y de riqueza natural.
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Y no solo somos únicos por nuestra geografía. Chile cuenta con una flora y fauna que nos identifica, donde destacan nuestro majestuoso cóndor, símbolo de libertad y fortaleza, y nuestro copihue, la flor nacional, que con su delicada belleza representa la pasión y el amor por nuestra Patria.
En este mes los sentidos se nos despiertan porque el aire huele a empanadas recién horneadas, asado o pajarito, el sonido de las cuecas resuena en cada rincón del país, y las fondas y ramadas nos invitan a compartir en familia y comunidad. Pero más allá de la festividad, esta es una oportunidad para recordar la valentía de nuestros héroes patrios, aquellos que lucharon con fuerza y convicción para que hoy podamos levantar nuestro pabellón nacional con orgullo.
Chile no es solo su paisaje. Es su gente, la que con garra, resiliencia y solidaridad ha sabido salir adelante ante cualquier adversidad. Somos un pueblo marcado por la historia, por las luchas y logros de nuestros antepasados, y por una identidad que se fortalece cada vez que alzamos la copa con un buen vino chileno o gritamos un “¡Viva Chile!” en pleno corazón de una celebración.
Este año, alzaremos la bandera no solo para recordar a nuestros héroes, sino para celebrar nuestra identidad, nuestras tradiciones y nuestra capacidad de reinventarnos. Porque ser chileno es sentir en lo profundo del corazón el orgullo de pertenecer a una tierra inigualable, diversa y llena de vida. Como dice nuestro himno nacional: “Puro, Chile, es tu cielo azulado; puras brisas te cruzan también”, y en cada rincón de nuestra patria, esos cielos y esas brisas nos recuerdan de lo que somos capaces.
Así que, ya sean tres días o diez, vivamos estas fiestas con la alegría que nos caracteriza, recordando siempre de dónde venimos y hacia dónde queremos seguir avanzando como país. ¡Felices Fiestas Patrias!
