Más de nueve millones de personas han accedido al retiro del 10% de los fondos acumulados en las AFP, y ya se discutió en el Congreso un nuevo retiro, situación que ha sido motivo de polémica a nivel social y político. Las propuestas van desde impuestos hasta postergar en un año la jubilación para quienes hagan un nuevo retiro. La discusión se genera puesto que las necesidades de muchos son urgentes, y es que estamos en un periodo de crisis económica, que ha impactado negativamente en el empleo y los ingresos. Según datos del Registro Social de Hogares, la crisis ha generado un aumento de la vulnerabilidad socioeconómica en más de 660 mil hogares. Pero ¿es la solución un nuevo retiro del fondo de pensiones?
En este contexto, es importante destacar que un 20% de los que accedieron a esta política, ya retiraron la totalidad de sus fondos, por tanto, no podría recibir el nuevo retiro y lo más relevante es que se quedaron sin recursos para su jubilación. Ante ese escenario, algunos argumentan que el Congreso hoy está tomando medidas populares, que carecen de responsabilidad, pues sabemos que las pensiones ya son bajas, por consiguiente, con este segundo retiro, serían aún más bajas.
A lo que debemos apuntar es a políticas sociales de alto impacto que beneficien de forma efectiva a quienes realmente lo necesitan. Además, es el momento de que todos demostremos que somos personas solidarias y justas, conscientes de muestra situación y de la de los demás, reconociendo responsablemente si nos encontramos o no en el grupo de mayor vulnerabilidad para que así aquellos más desprotegidos, que necesitan con mayor urgencia los beneficios sociales, puedan acceder a éstos de forma oportuna.
Finalmente, debemos admitir que no se puede seguir recurriendo a los fondos de pensiones, ya que el objetivo con el que fueron creados es específico, y desde ninguna perspectiva deben transformarse en un fondo de emergencia, sino que seguir siendo un ahorro para la vejez.