SEÑOR DIRECTOR:
La Medicina en los 20 últimos años ha evolucionado y aumentado su complejidad, permitiendo el diagnóstico, estudio y tratamiento de enfermedades que antiguamente tenían escasa posibilidad de ser curadas.
Sin embargo, estos avances han obligado a una mayor especialización de los médicos, obligando a los sistemas de salud a contar con especialistas y muchas veces subespecialistas para hacer frente a estas nuevas expectativas de los pacientes.
En nuestro país, varios factores inciden en la falta de especialistas en los hospitales públicos de muchas ciudades, especialmente en regiones como la nuestra. Entre estos factores están que la mayor concentración de los especialistas en Santiago y las grandes ciudades, la competencia desigual del sistema público con el privado y la falta de equipamiento y tecnología en los hospitales de menor complejidad atentan contra el interés de los nuevos especialistas en trasladarse a lugares más distantes de los grandes centro urbanos, generando una desigualdad en la atención médica.
En este contexto, el Hospital de San Carlos cuenta con una cantidad interesante de especialidades médicas y quirúrgicas pero adolece de varias subespecialidades médicas que son necesarias para tratar patologías más complejas, lo que obliga a los pacientes a trasladarse a Chillán o incluso Concepción para ser atendidos, con los costos económicos y sociales que esto involucra.
Para solucionar esta falencia de profesionales se deben elaborar estrategias a mediano y largo plazo, en conjunto entre todos los involucrados en la formación de especialistas: universidades, sociedades científicas, el Ministerio de Salud a través de los Servicios de Salud e incluso los gobiernos regionales y comunales. De esa manera se podrán utilizar mejor los siempre escasos recursos. San Carlos debe mirar el futuro, caminar hacia un hospital provincial, de alta complejidad, moderno, que cuente con atractivos polos de desarrollo de especialidades médicas y así poder entregar a la población la atención médica de calidad y oportuna que se merece. Por lo tanto, depende como siempre, de autoridades visionarias y dispuestas a mirar el futuro y no el corto plazo.
Sergio Aguilera Rodríguez
Neurocirujano