SEÑOR DIRECTOR:
Hace poco más de un año compartí en una red social un post denominado “Consulta pública, no queja”, con el fin de conocer si existía una normativa que regulara los desechos de vidrio que botan en la basura doméstica particulares y locales comerciales de nuestra ciudad, o, cómo se podría trabajar en la creación de una. Ahora, escribo para ampliar el tema planteado en esa ocasión.
Me alegra ver la creciente conciencia de reciclaje y cuidado del medio ambiente generada a nivel local, con nuevos puntos de entrega de vidrio y/o plástico, donde cada vez más ciudadanos se acercan a dejar estos materiales con disposición y voluntad para mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, junto a esto observo otras necesidades no resueltas: hace unos días, en la Alameda, apreciaba la cantidad de desechos de personas que comen en los carros de comida, pensando así en los que no vemos, como los generados por los delivery, que han aumentado con la pandemia traduciéndose en más plástico, plumavit, y/o aluminio. Por otra parte, también existen aparatos electrónicos votados en los caminos y/o basura doméstica, entre otros.
Sé de iniciativas privadas para enfrentar esta realidad, pero desconozco acciones o planes comunales o empresariales para educar y fortalecer el reciclaje, es así que dejo esta carta abierta a quien quiera responder por este medio esta inquietud.
Jonathan Neira Henríquez