Si bien las mujeres corresponden a prácticamente la mitad de la población chilena, la igualdad de participación con los hombres en la democracia es un logro reciente que no siempre ha existido. La construcción de una democracia inclusiva ha sido un proceso gradual y complejo.
1934, primer voto femenino
La historia de la participación femenina en Chile se remonta al siglo XX. En 1934, las mujeres obtuvieron el derecho a votar en las elecciones municipales, un hito en la lucha por la igualdad de género.
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Este avance fue resultado de décadas de activismo y movilización de movimientos feministas que exigían igualdad de derechos políticos. Sin embargo, no fue hasta 1949 que se les concedió el derecho al sufragio en elecciones presidenciales y parlamentarias, permitiéndoles ejercer plenamente su ciudadanía política.
La primera vez que las mujeres pudieron votar en una elección presidencial fue en 1952, cuando Carlos Ibañez del Campo fue electo presidente.
Michelle Bachelet: la primera mujer presidenta de Chile
En 2006, Michelle Bachelet Jeria hizo historia al convertirse en la primera mujer presidenta de Chile. Su gobierno se caracterizó por un fuerte enfoque en políticas de inclusión social y mejoras en salud y educación.
Uno de los pilares de su programa fue la implementación de reformas orientadas a reducir la desigualdad, con iniciativas como la ampliación del sistema de protección social y el fortalecimiento de la educación pública. Además, su administración promovió activamente los derechos de la mujer, impulsando políticas para combatir la violencia de género y promover la igualdad de oportunidades.
Hoy se promueve la participación de la mujer
Instituciones clave han surgido para promover la igualdad de participación. El Ministerio de la Mujer y Equidad de Género y el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SERNAMEG) desempeñan roles relacionados a la implementación de políticas públicas que fomentan la inclusión y la equidad.
Los desafíos
A pesar de los avances en igualdad de género, la representación femenina en cargos políticos en Chile sigue siendo baja. En 2021, las elecciones para gobernadores regionales reflejaron esta realidad: de las 16 gobernaciones regionales, solo 2 fueron ocupadas por mujeres, lo que representa un 12.5% del total.
Aún cuando en todo el planeta fue celebrada la paridad de la Convención Constitucional del año 2021, la brecha de género es muy grande en el resto de cargos de elección popular. Sólo el 56 de los 345 alcaldes electos en las recientes elecciones de octubre de 2024 son mujeres, el 16,2%, según un análisis del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, analizado en El País.
Importancia de la voz femenina
La importancia de la representación femenina radica en que permite a las mujeres transferir su poder y voz a través del voto y la ocupación de cargos públicos. Su participación enriquece el debate político con perspectivas diversas y garantiza que las políticas públicas reflejen las necesidades de toda la población.
Es especialmente relevante en áreas como la salud, la educación y las políticas medioambientales, donde las mujeres aportan enfoques innovadores y soluciones inclusivas.