“Ñuble, tierra de héroes, artistas, cantoras y poetas”, también es territorio de desafíos y contrastes, donde la naturaleza es aliada, pero muchas veces rebelde e indómita, como los vientos que soplan desde las blancas montañas o desde el Pacífico, haciendo que las chispas de fuego en el verano lleguen tan lejos como los funcionarios de bomberos y Conaf que laboran en nuestra región.
Cada evento natural u originado por la actuación de los seres humanos, donde Ñuble ha sido el escenario, ha permitido que se construyan lazos de hermandad, solidaridad y trabajo entre la mayoría de las personas que viven al pie de la cordillera o a un lado de su viña, ya sea el que trabaje, estudie o gobierne. Espacios que los unen para transformarse en una sola fuerza al momento de una emergencia, donde bomberos y Conaf elevan sus estandartes y se convierten en la voz para preservar la vida, tanto humana, animal o vegetal, siendo el objetivo en común ser pilares para la seguridad y el bienestar de las mayorías.
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Este trabajo ha sido histórico, con anécdotas de funcionarios que, hasta la fecha, logran apaciguar incendios con aeronaves potentes y con planes de vuelo diario. En otros tiempos, asumieron con el mismo compromiso, con camiones aljibes, bombas de agua o cualquier sistema, entre los que prevalecen los cortes de camino, donde hombres y mujeres limpian los terrenos para evitar que el fuego avance, siendo esto una muestra del trabajo colectivo.
Para estos guardianes y héroes reales, no habrá galvano ni laurel que logre honrar toda la labor que realizan cada verano, en medio de un suelo seco y poblado de mucho material combustible, y de todo lo que traen las bajas temperaturas, con incendios en los domicilios, donde de manera constante deben ir a socorrer a familias que buscan calor en los helados días de invierno.
Mientras los bomberos siguen socorriendo a las familias y literalmente apagando fuego, Conaf saca provecho de los días más frescos y con la tierra un poco más húmeda, trabajan para reforestar, preservar la vasta riqueza vegetal y animal que nos caracteriza en esta parte del mundo, para así garantizar, en la medida de sus posibilidades, un futuro sostenible para las generaciones del presente y las del futuro.
En un momento en que nos enfrentamos a los retos del cambio climático, el crecimiento urbano y la creciente presión sobre nuestros recursos naturales, la labor de los bomberos y Conaf adquiere una importancia aún mayor. Es por eso que siempre estaremos a tiempo para rendir homenaje a aquellos que día a día arriesgan sus vidas, y para promover espacios de reconocimiento y respeto que reflejen su significado para nuestra comunidad. En un mundo donde el servicio interesado es una constante, los funcionarios de bomberos y Conaf destacan como ejemplos vivos de compromiso y sacrificio.