La acumulación de nieve en Ñuble durante este año es un 10% superior al promedio de los últimos 30 años, lo que permitirá una temporada de riego con mayor disponibilidad de agua.
El Seremi de Obras Públicas, Paulo De la Fuente, señaló que este superávit en la acumulación de nieve es un dato relevante para los agricultores que dependen del deshielo para sus cultivos. La información fue entregada como parte del pronóstico de caudales de deshielo 2024-2025.
Según los datos de la Dirección General de Aguas (DGA), al 31 de agosto se habían acumulado 590 milímetros de nieve en equivalente agua, un 49% más que el mismo periodo del año pasado, cuando se registraron 395 milímetros.
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«Hoy tenemos un superávit de nieve en equivalente en agua de un 10% con respecto al promedio de los últimos 30 años», explicó De la Fuente.
Sin embargo, persiste un déficit hídrico en la región debido a la falta de precipitaciones. Marcelo Godoy, director de la DGA en Ñuble, indicó que las precipitaciones en Chillán presentan un déficit del 24%.
Añadió que la sequía, que ya lleva 15 años consecutivos, sigue afectando los promedios históricos. «Seguimos con algunos promedios por debajo debido a esta situación de sequía», puntualizó Godoy.
Se espera que el mayor volumen de deshielo ocurra entre octubre y diciembre. Durante este periodo, se estima que se derretirán cerca de 394 millones de metros cúbicos de agua, lo que contribuirá a asegurar el riego y el consumo humano. El embalse Coihueco ya está al 100% de su capacidad con 28 millones de metros cúbicos de agua.
Además, se están desarrollando proyectos de infraestructura hídrica en la región. Entre ellos, el embalse Zapallar, que regará 10 mil hectáreas, y la licitación del embalse Nueva La Punilla, prevista para el 20 de diciembre de 2024, con una capacidad proyectada de 565 millones de metros cúbicos de agua.
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El déficit nacional persiste
A pesar del pronóstico positivo para los caudales de deshielo en Ñuble, el déficit hídrico sigue siendo una preocupación crítica en Chile.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, el país ha enfrentado una de las sequías más largas de su historia, con 15 años consecutivos de déficit de precipitaciones. Esto ha afectado tanto a la disponibilidad de agua para consumo humano como para el sector agrícola.
En Ñuble, las precipitaciones siguen siendo un 24% inferiores a los niveles normales, agravando la situación hídrica en la región.
A nivel nacional, el déficit ha impactado directamente en el acceso a agua potable y en la capacidad de los embalses para almacenar recursos suficientes. El Estudio de Vulnerabilidad Hídrica de la Fundación Chile advierte que más del 50% del territorio nacional está en riesgo por falta de agua.
