Una de las definiciones de la desertificación es el cambio en un periodo determinado de las características propias de un ecosistema, cambios generados por el entorno cultural, social y natural. En este caso, se puede entender como el empeoramiento del estado de algunos componentes del entorno, en comparación a un periodo anterior.
En gran medida, la deforestación de Ñuble se debe a las siguientes causas, las cuales son comunes para otros lugares en desmedro de sus características ecológicas, siendo las más importantes la deforestación, el manejo inapropiado del suelo, el pastoreo excesivo y los incendios forestales.
Los componentes ambientales más afectados son el suelo, el agua, la flora, la fauna, generando cambios en los procesos ecológicos, hidrológicos y socioeconómicos.
Esto se puede ver fácilmente, en el piso vegetacional de escaso consumo hídrico y árido como es el “Bosque espinoso meditarráneo de Acacia caven y Lithrea caustica”, en la ruta que conecta San Nicolas y Chillán por el puente El Ala. Ahí encontramos un notable cambio de uso de suelo por especies arbóreas, tanto de producción maderera como de frutales, que poseen un alto consumo de agua.
La única forma de mantener estas producciones, son a base de punteras y canales de regadío que escasean y que ponen cuesta arriba a los diferentes sectores rurales de la zona cambiando su sistema de vida y, finalmente, llegando a la migración a las ciudades. Así se pierden costumbres, cultura y sobre todo el conocimiento de la verdadera riqueza presente en estos territorios.
¿Dónde están las betas de greda? o ¿ya están sepultadas por las extracciones de áridos? ¿Y las de cuarzo ya están tapadas por las plantaciones forestales?
Como recomendaciones les dejo el Documental “Las cruces de Quillagua” de Jorge Marzuca y el Libro “Pobreza, desertificación y degradación de los recursos naturales” de CEPAL.