Qué son y cómo funcionan las cánulas de alto flujo, la nueva adquisión del Hospital de San Carlos

El principal establecimiento sanitario de Punilla sumó siete nuevos equipos, lo que significó una inversión de $25 millones. Son para pacientes COVID.

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La insuficiencia respiratoria aguda, causada por la neumonía por el Coronavirus, genera la necesidad inmediata de socorrer al paciente con oxigenación -también llamada “respiración”- artificial: a ello se le llama oxigenoterapia y el tratamiento se ha masificado debido al alto número de pacientes COVID que la requieren.

Justamente, para realizar oxigenoterapia son las cánulas de alto flujo (CNAF) que, esta semana, adquirió el Hospital Benicio Arzola de San Carlos. Siete cánulas se sumaron a las cinco ya disponibles en el recinto sanitario. “Este  tratamiento permite evitar que hasta un 50% de los pacientes críticos por COVID-19 u otra enfermedad respiratoria, pasen a una fase de ventilación mecánica“, destaca la administración del principal establecimiento de salud en Punilla.

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Las CNAF se componen de cinco elementos conectados entre sí. Una cánula nasal -dispositivo que se introduce en la nariz- se conecta a través de un tubo con cable calefactor que, a su vez, llega a una máquina que genera el alto flujo de oxigeno y posee un sistema que entrega humedad y calefacción; todo esto se conecta a un flujómetro -medidor- que permite la administración del oxigeno. Si se requiere, “los equipos de alto flujo son capaces de llegar a los 60 litros de oxigeno por minuto“, explica la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva.

Estos siete equipos adquiridos por el Hospital Benicio Arzola significaron una inversión cercana a los 25 millones de pesos. Las CNAF se suman a las 10 camas de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), todas dotadas de ventiladores mecánicos, que buscan aportar en el tratamiento de los pacientes que requieren dichos soportes.

Las cánulas de este tipo, “evitan muchas veces que los pacientes requieran camas de mayor complejidad y nos ayuda a brindar una solución menos invasiva para el usuario” sostuvo el director del Hospital de San Carlos, Jaime Gutiérrez Bocaz.

UN HOSPITAL QUE ADAPTA SU ESTRATEGIA

Javiera Correa Vidal, subdirectora médica del recinto, destaca los esfuerzos realizados por aportar mayores alternativas de tratamiento a los usuarios. Asimismo, recalca la necesidad de mantener las medidas de autocuidado para contener la pandemia.

“La situación sanitaria asociada al COVID-19 nos ha empujado a redoblar esfuerzos, capacitar personal, complejizar camas y diseñar estrategias innovadoras. Como hospital hemos dado un salto enorme en muchos sentidos y destacamos el trabajo de todos los profesionales y técnicos detrás del cuidado de estos pacientes. Sin embargo, los números de contagio siguen en alza en nuestra ciudad y es fundamental que la gente tome conciencia y sea responsable en respetar las medidas de autocuidado para que nuestro sistema pueda seguir respondiendo a las necesidades de salud de nuestra comunidad”, apuntó la doctora Correa.

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