Caballero de las Artes y las Letras, Comendador de la Legión de Honor, Comendador de la Orden del Mérito de Alemania, Medalla de Oro de la Royal Philharmonic Society y Premio Nacional de Arte de Chile. Todas esas distinciones, y más, logró en vida el pianista internacional Claudio Arrau León.
Nació en Chillán, Región de Ñuble, el 7 de febrero de 1903. A temprana edad conoció la obra de Beethoven, Mozart, Haydn y todos los grandes de la música clásica.
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De padre chillanejo y madre quirihuana, Claudio Arrau fue, a todas luces, un niño prodigio. A los tres años leía partituras y a los cinco dio su primer recital en el Teatro Municipal de Chillán -edificio destruido por el terremoto de 1939-.
Perdió a su padre cuando tenía apenas un año de edad; falleció en un accidente ecuestre. Su madre fue la responsable de su instrucción musical. La enseñanza maternal mucho en poco tiempo.
Con solo seis años, tocó frente al Presidente de la República, en ese entonces Pedro Montt. La hazaña le permitió obtener una beca para continuar sus estudios en Berlín (Alemania), bajo la instrucción de Martin Krause, uno de los últimos discípulos de Franz Liszt.
“Este niño ha de ser mi obra maestra”, dijo un día Krause, y no se equivocó. Ya en 1920 -con solo 17 años de edad- emprendió varias giras por Norteamérica, Sudamérica y su natal Chile.
Cada década de su vida le acercó más a la fama y el virtuosismo. No solo interpretaba música clásica, sino también ejecutaba obras contemporáneas y vanguardistas. En Europa, protagonizó las primeras filmaciones en video y se transformó en un referente internacional.
Visitó Chile una veintena de veces, pero siempre fue un visitante. No obstante, su apego por Ñuble y Chillán estuvo presente en cada recorrido por el país.
Pero Chile tardó en reconocer a la figura nacional. Recién a los ochenta años de edad, Claudio Arrau León recibió el Premio Nacional de Música. Antes de eso fue reconocido en Alemania y el resto del mundo.
Falleció el 9 de junio de 1991, en la ciudad de Mürzzuschlag, en Austria, cuna de Mozart, los Strauss y cuna musical de Europa. Pero hoy sus restos descansan en el Cementerio Municipal de Chillán, ciudad de la cual fue declarado hijo Ilustre y que le reconoció presente y póstumamente.