Este lunes 28 de noviembre, en la Junta de Vigilancia del Río Diguillín, se realizó la primera reunión para comenzar con el estudio que analizará cómo el cambio climático genera impacto hídrico en Ñuble.
Quienes formaron parte de la sesión fue un equipo del Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), el que realizará esta investigación por encargo del Gobierno Regional de Ñuble.
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Serán 13 las comunas bajo observación. Vanessa Aros, geógrafa jefa de Agro Clima, y el cartógrafo Omar Gutiérrez, son los profesionales que liderarán la respectiva indagación.
¿Cómo se llevará a cabo?
Se recopilarán las actuales cifras de oferta y demanda del agua y se monitoreará la variación de los cultivos. Además, verificarán tanto la red de distribución como la dinámica de funcionamiento
Al respecto, Aros enfatizó que “vamos a analizar o cuantificar el impacto, considerando el nuevo escenario climático, y para eso vamos a validar la variabilidad de la superficie que efectivamente fue regada. La información que se obtenga se desarrollará en un visibilizador virtual”.
Por su parte, Gutiérrez señaló que “hemos constatado en terreno que existen muchos canales que se encuentran en desuso. Ahí se ve un cambio importante, y esa es una de las conclusiones de la actualización que se está realizando”.
Los dos profesionales fueron recibidos en la localidad de Bulnes por el juez de río Francisco Saldías, y por el ingeniero civil agrícola Sebastián Bastías, quienes pusieron a disposición del organismo toda la información disponible.
No se trata de una situación que pase desapercibida. Resulta que la junta tiene en su biblioteca datos de hasta 100 años atrás de regadío en su cuenca.