El pasado viernes, 16 de febrero, un hombre de 51 años fue detenido en Chillán (Región de Ñuble). Esto, luego de que la Policía de Investigaciones encontrara dos escopetas al interior de su casa.
Las armas habían sido robadas, precisamente, a una tercera persona con la cual el detenido mantenía una relación laboral. El hombre, imputado por robo de armas de fuego, trabajaba de inquilino en uno de los predios del dueño de las armas, en Quillón.
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En la casa del detenido, además, fueron encontrados nueve cartuchos de balas, de 12 milímetros de calibre. Todo esto, según dijo la PDI, sin la documentación legal apropiada para la tenencia de armas ni menos la propiedad de ellas.
Así lo detalló el subprefecto Jaime Rubilar, jefe de la Brigada de Robos de Chillán. “La diligencia es parte de una investigación por delito de robo en lugar no habitado, donde se sustraen dos armas de fuego tipo escopeta. Especficiamente, en un domicilio de la comuna de Quillón”.
Respecto a los documentos que debería tener el sujeto para acreditar que las armas no eran robadas, “no contaba con la autorización y los documentos de respaldo para la tenencia de arma de fuego”.
Si bien el hombre no tenía antecedentes penales, fue puesto a disposición de la Justicia. Se le imputan especificamente dos delitos: receptación e infracción a la Ley de armas.