A 300 días de presidio efectivo fue condenado un hombre por el delito de maltrato habitual contra su cónyuge y su hijo, en la comuna de San Carlos (Región de Ñuble) entre 2019 y 2022.
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Chillán además le impuso una orden de prohibición de acercarse a las víctimas, incluyendo sus lugares de trabajo y estudio. La Justicia acreditó que el condenado ejerció violencia física, psicológica y económica de manera reiterada en el tiempo.
Según se expuso en el fallo, el hombre maltrataba a su cónyuge mediante «gritos, insultos que denigraban y humillaban», además de ejercer control sobre ella condicionando su conducta mediante el manejo del dinero.
Los maltratos también se extendían al hijo de ambos, nacido en 2014, quien presenció varias de las agresiones y fue víctima directa de violencia psicológica y física.
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La sentencia y el delito
La sentencia fue dictada este por los jueces Christian Osses, María Paz González y Olga Fuentes, quienes señalaron que las pruebas presentadas fueron suficientes para acreditar que las víctimas vivieron en un estado permanente de temor debido a las conductas del condenado.
El tribunal resolvió aplicar las penas correspondientes al delito de maltrato habitual, que en la legislación chilena sanciona las agresiones recurrentes cometidas dentro del núcleo familiar.
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Este delito se diferencia de otros tipos de violencia debido a su reiteración en el tiempo, lo que agrava la pena y conlleva la aplicación de medidas de protección más estrictas para las víctimas.
El tribunal también dictaminó que el hombre no podrá acercarse a las víctimas a lugares que frecuenten habitualmente, como una medida adicional de protección para garantizar su seguridad.
El maltrato habitual es una figura jurídica que sanciona de manera severa los episodios reiterados de violencia intrafamiliar, un tipo de delito que afecta principalmente a mujeres y menores de edad.
