Un total de 200 familias del sector de Confluencia, en Chillán (Región de Ñuble), no cuentan con suministro de agua potable desde hace una semana. La falta de acceso al recurso ha obligado a los vecinos a depender de camiones aljibes proporcionados por la Municipalidad de Chillán.
La situación ha generado preocupación por las altas temperaturas y la presencia de grupos vulnerables en el sector. Entre los afectados hay adultos mayores, niños, mujeres embarazadas y personas con discapacidad, quienes requieren un acceso regular al agua.
El problema se atribuye a una falla en una bomba adquirida el año pasado por la Cooperativa de Agua Potable de Confluencia. Hasta ahora, la entidad no ha identificado la causa del desperfecto ni ha restablecido el suministro.
El presidente de la Junta de Vecinos de Confluencia, Guillermo Gatica, afirmó que la comunidad sigue sin respuestas concretas. “Llevamos casi una semana sin que la Cooperativa haya siquiera identificado la falla que está impidiendo la entrega de agua”, señaló.
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Vecinos podrían solicitar fiscalización a la SISS
La diputada Marta Bravo solicitó la intervención del Ministerio de Obras Públicas (MOP) para enfrentar la crisis. En un oficio dirigido al seremi de Obras Públicas de Ñuble, Freddy Jelves, pidió que la Dirección de Obras Hidráulicas evalúe una posible obra de emergencia.
Bravo advirtió que la falta de agua pone en riesgo la salud de la población. “Es una situación sanitaria especialmente delicada, producto del calor y de las necesidades propias del período estival”, declaró.
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Los vecinos pueden solicitar una fiscalización a la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), entidad encargada de supervisar la continuidad y calidad del servicio en zonas rurales, según la Ley N° 20.998.
El abastecimiento de emergencia ha sido complementado con el apoyo de los sistemas de Agua Potable Rural (APR) de Huechupín y Quinchamalí. A pesar de ello, los afectados insisten en que se requiere una solución definitiva para restablecer el servicio.