Este miércoles, 14 de mayo, las comunas de Chillán y Chillán Viejo (Región de Ñuble) amanecieron con preemergencia ambiental. La medida es la primera en su tipo durante el 2025 y obliga a reducir los tiempos de calefacción a leña.
La preemergencia fue decretada debido a los elevados niveles de contaminación por material particulado, que alcanzaron índices críticos entre 300 y 500 µg/m³, según el Ministerio del Medio Ambiente.
La preemergencia es un estado más grave que la alerta, y su activación responde a los riesgos para la salud pública. Las personas vulnerables, como niños, adultos mayores y quienes padecen enfermedades respiratorias, son las más afectadas por estos niveles de contaminación.
Las autoridades señalan que una de las principales causas del aumento de la concentración de contaminantes en el aire es la leña, especialmente la que está húmeda ya que esta aumenta considerablemente las emisiones de material particulado fino, un contaminante altamente dañino para la salud.
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Proyecciones meteorológicas favorecen la contaminación
Las proyecciones del tiempo en la región anticipan bajas temperaturas y la falta de lluvias en los próximos días, lo que podría empeorar la calidad del aire. Estas condiciones favorecen la acumulación de contaminantes y dificultan su dispersión.
Durante lo que va del mes de mayo de 2025, la calidad del aire en la zona ha variado. Se registraron cinco días con calidad del aire buena, seis días con calidad regular y dos episodios de alerta.
En lo que va del año no ha habido episodios de emergencia ambiental, aunque las autoridades advierten que las condiciones meteorológicas podrían favorecer un aumento en los niveles de contaminación.
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Calefacción a leña podrá usarse 15 minutos al día
Debido a la preemergencia, se aplicaron medidas como la prohibición de humos visibles. El uso de calefactores y cocinas a leña está restringido a solo 15 minutos al día. La quema de rastrojos y vegetación viva o muerta está impedida.
Se suspendieron también las actividades deportivas al aire libre en las escuelas. Además hay restricciones a las calderas con potencia térmica superior a 75 kWt que emitan más de 30 mg/m³N de material particulado.
La fiscalización del cumplimiento de las medidas recae en la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), que supervisa las fuentes fijas de emisión, y en la Seremi de Salud, encargada de las inspecciones en domicilios.
El Seremi del Medio Ambiente, Mario Rivas, destacó la necesidad de seguir implementando estrategias de mitigación y ampliar la cobertura de las medidas.
«Seguiremos trabajando de manera coordinada para fortalecer las políticas de mitigación, especialmente durante los meses más complejos del año. También es clave avanzar en la descentralización de estas medidas hacia el valle central de Ñuble con una participación ciudadana efectiva», comentó.