Este lunes, 9 de junio, la agrupación «Tres corridas y una once», visitó el Jardín Infantil de Rucapequén, ubicado en una zona rural de Chillán Viejo. La acción fue parte de una iniciativa que vienen desarrollando las nueve mujeres que conforman la asociación.
El objetivo es sobrellevar el sistema frontal que se espera para estos próximos días en distintas zonas del país, incluyendo la Región de Ñuble. El centro educativo beneficiado con estos trabajos, se encuentra en una zona con bajas temperaturas, especialmente durante las mañanas.
De ahí la preocupación de este grupo de mujeres tejedoras que también han entregado gorros y bufandas a otros sectores rurales de la comuna, donde persiste el déficit de ropa adecuada para enfrentar el invierno.
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Tejer para otros
Desde hace cuatro años, estas mujeres, se reúnen para tejer para otros. Al principio, el proyecto estaba conformado por tres integrantes, actualmente son nueve, quienes confeccionan prendas de invierno, como gorros y bufandas, que luego son donadas, no solo a escuelas y jardines infantiles, sino que también a hogares de personas mayores, recintos de salud e inclusive a conventos de la comuna.
El lugar de trabajo y reunión es la casa de la fundadora de la agrupación, Silvia Oñate, quien motivada por la pasión de tejer, invitó a otras amigas a ser parte de esta labor. De este modo, se reúnen los días lunes de 16:00 a 21:00 horas.
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Preocupación por el bien común
La entrega realizada en el jardín infantil se suma a una donación anterior efectuada en la escuela del mismo sector y nombre. Ambos recintos atienden a comunidades con acceso limitado a infraestructura y equipamiento para el frío.
El alcalde de Chillán Viejo, Jorge del Pozo, asistió a la entrega realizada el lunes, y destacó la labor social que realiza este grupo de mujeres que de manera desinteresada buscan contribuir a la comunidad.
La agrupación funciona de manera autogestionada. Cada integrante aporta materiales, tiempo y trabajo. El nombre «Tres corridas y una once», obedece al hecho de que, no solo tejen, sino que también disfrutan de las donaciones que cada una lleva para realización de la «once», de ahí proviene su nombre, así lo sostuvo, Silvia.