Este martes 28 de octubre, falleció el emblemático actor Héctor Noguera Illanes, a los 88 años. Actor, maestro y figura cultural insoslayable, su deceso fue confirmado por medios nacionales y su círculo cercano.
La magnitud de su legado quedó reflejada cuando el presidente Gabriel Boric interrumpió una pauta oficial para despedirse del actor. Un gesto que, más allá del protocolo, traduce en acto el respeto transversal hacia un intérprete cuya carrera se extendió por más de seis décadas.
El actor, de dilatada trayectoria nacional, partió el año 1958 y, en menos de dos décadas, llegó a la pantalla grande con una película filmada en la entonces Provincia de Ñuble.
Se trata de El Chacal de Nahueltoro, estrenada en 1970 y dirigida por Miguel Littín, no solo lo posicionó como un rostro inconfundible del nuevo cine chileno, sino que vinculó su imagen —de forma indeleble— con un territorio específico: la localidad de Nahueltoro, en la comuna de Coihueco.
Héctor Noguera y su actuación Ñuble: una conexión histórica
La relación entre Héctor Noguera y Ñuble no es casual. En El chacal de Nahueltoro, el actor interpretó a Eloy Parra, un personaje central en una historia que reencarna los hechos reales del caso de Jorge del Carmen Valenzuela Torres, condenado a muerte por un múltiple homicidio ocurrido en 1960.
La película se rodó en los mismos parajes donde ocurrieron los hechos: campos áridos, caminos rurales y viviendas campesinas de Nahueltoro, Provincia de Punilla, Región de Ñuble.
Este detalle no es menor. La apuesta de Littín por filmar en locaciones reales confirió a la obra un tono casi documental. Y ese realismo no solo conmovió al público chileno de los años 70: también sacudió a la crítica internacional, ganando el Premio OCIC en el Festival de Berlín.
Antes de Nahueltoro: los primeros pasos del actor
Para comprender el peso de esa actuación, hay que repasar el camino que llevó a Noguera hasta ella. Su debut profesional ocurrió en el teatro, en 1958, con la obra ¡Esta señorita Trini!. Luego vino el cine, con Deja que los perros ladren (1961), y posteriormente la televisión, en el teleteatro El invernadero (1963), transmitido por Canal 13.
Así llegó a El chacal de Nahueltoro con una formación sólida, un dominio técnico admirable y una sensibilidad que traspasaba la pantalla.
El rodaje que cambió el cine chileno
Lo que hizo distinta a esta película fue su compromiso ético y estético. Miguel Littín, entonces un joven director, decidió reconstruir la historia con precisión casi quirúrgica: revisó expedientes judiciales, entrevistó a personas cercanas al caso y buscó recrear, paso a paso, los sucesos de aquel fatídico año 1960.
El resultado fue un filme crudo, honesto y conmovedor, que enfrentó al país con preguntas incómodas: ¿se puede rehabilitar a un asesino? ¿Cuál es la función de la justicia? ¿Qué rol juega el entorno en el destino de un individuo?
El rostro del hoy fallecido Héctor Noguera, en el papel de Eloy Parra, fueron la encarnación a varias de esas preguntas. Revive la película completa, acá:













