El 15 de septiembre, en Mónaco, a sus 90 años, falleció el artista Fernando Botero. La causa fue una complicación cardíaca.
El colombiano fue un pintor y escultor de renombre internacional. Su estilo único, conocido como “Boterismo”, se caracteriza por figuras voluminosas y redondeadas.
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Botero dejó un legado inmenso. Sus obras se exhiben en museos y galerías de todo el mundo. Entre sus piezas más reconocidas se encuentran “La Mona Lisa a los doce años” y “El caballo“. Estas obras destacan por su estilo distintivo que juega con la proporción y el tamaño.
El artista también fue un crítico social a través de su arte. Abordó temas como la violencia y la desigualdad en Colombia. Pero siempre con un toque de humor y sátira que lo hizo único en su género.
Botero, para muchos, fue más que un artista; fue un fenómeno cultural. Su influencia trascendió las fronteras y su legado es eterno. Ahora, el mundo del arte se prepara para rendirle homenaje. Se espera que sus obras continúen siendo objeto de estudio y admiración.
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Botero y Chile: una relación de afecto
Fernando Botero también tuvo una relación especial con Chile. En 1992, donó una escultura de un caballo que hoy se encuentra en el Parque Forestal, a las afueras del Museo de Arte Contemporáneo.
Además, sus obras han sido exhibidas en diversas galerías chilenas, consolidando su influencia en el país. Su contribución al arte contemporáneo es invaluable. Las declaraciones de personalidades del mundo del arte no se hicieron esperar.
Con su fallecimiento, se cierra un capítulo importante en la historia del arte contemporáneo. Pero su obra y su influencia perdurarán.