Este lunes, 27 de noviembre, se aprobó un proyecto pionero en fruticultura, denominado “Fruticultura sostenible y resiliente al cambio climático para la Región de Ñuble“. La iniciativa incorpora especies de árboles frutales que aún no tienen presencia en la región.
Este proyecto tendrá una duración de 36 meses y será financiado por el Gobierno Regional. Los investigadores del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) serán los encargados de llevarlo a cabo.
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Su principal objetivo es la incorporación de tres nuevas especies frutícolas en la región: macadamia, pistacho y calafate.
Estas especies no sólo son reconocidas por su valor en el mercado internacional, asegura el INIA, sino también por su menor consumo de agua y mayor adaptabilidad al cambio climático.
El enfoque del proyecto pretende ser innovador. Las especies elegidas, como el pistacho y la macadamia, requieren solo un tercio del agua necesaria para un frutal convencional.
Esta característica es crucial en el contexto de la disminución de la disponibilidad de agua para riego, lo que ayudará a la adaptación de la fruticultura a los nuevos desafíos ambientales.
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El director regional de INIA Quilamapu, Marcelino Clarinet, destacó este acontecimiento como un hecho histórico para la región, resaltando su impacto en las 21 comunas involucradas.
El funcionario también señaló que “las nuevas especies pueden alcanzar valores de mercado muy superiores, pudiendo incluso establecerse en superficies pequeñas”.
Además, el proyecto incluirá parcelas demostrativas en todas las comunas de la región, así como el fortalecimiento de la producción de castaños y papayos.
Desde una perspectiva económica, el proyecto promete ser significativo, aseguran. Frente a la crisis actual en los frutales tradicionales, como los arándanos y frambuesas, las nuevas especies ofrecen mayor rentabilidad.
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Un componente del proyecto es la capacitación de los profesionales del agro. Se prevé la incorporación de un paquete tecnológico para la gestión de estos nuevos cultivos, así como la certificación de unos cien profesionales y técnicos.
Con esto se beneficiará directamente a más de mil fruticultores de Ñuble, quienes podrán acceder a parcelas demostrativas y a más de 120 jornadas de capacitación que se presetan en el proyecto.