La Contraloría General de la República detectó múltiples irregularidades en un convenio suscrito entre la Seremi de las Culturas de la Región de Ñuble y la Fundación ProCultura.
Esto, en el marco del proyecto “Archivo Fotográfico y Colorea tu Patrimonio”, ejecutado en 2021 como parte del programa “Quiero mi Barrio”. La iniciativa trabajó con $38 millones, de los cuales el ente contralor aún no logra determinar cuánto provino del fisco.
Según publicó La Tercera, el informe de fiscalización señala que hubo “falta de control y supervisión oportuna a la ejecución del convenio”, que solo fue visitado en terreno una vez. Además, se advierte la ausencia de cuatro informes de avance exigidos por contrato.
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Hubo gastos que no corresponden: incluso alojamientos y peajes
Contraloría también detectó rendiciones de gastos administrativos que no corresponden al objetivo del convenio. Entre ellos: alimentación, alojamiento, peajes, estacionamientos y remuneraciones, los que representan el 66% del total rendido. Incluso, algunos de estos gastos se ejecutaron antes de ser aprobada la modificación del proyecto.
El informe advierte también la existencia de “funcionarios fantasma”, ya que solo se adjuntaron dos contratos de un total de seis personas que trabajaron en el proyecto. A ello se suma que algunos trabajadores recibieron dobles pagos: boletas de honorarios además de sueldos como funcionarios activos de la misma fundación.
El monto total rendido asciende a $38.010.322, pero no fue posible determinar con certeza cuánto aportó la Seremi ni cuánto la fundación. La ONG, liderada por el psiquiatra Alberto Larraín, también es investigada por la Fiscalía en el marco del denominado Caso Convenios.
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Respuesta de la actual Seremi de Cultura
La noche del jueves 10 de abril, la Seremi de las Culturas de Ñuble emitió un comunicado oficial en el que agradeció a la Contraloría por “refrendar la falta de instalación de la Secretaría Regional Ministerial […] en el Gobierno anterior”.
Esto, ya que el convenio fue ejecutado en 2021, durante el gobierno de Sebastián Piñera. Desde la entidad aseguraron que las falencias fueron heredadas y visibles desde 2022, al inicio del actual periodo, especialmente “en la falta de dotación funcionaria, lo que se reflejaba en la falta de programas y además impactaba en procesos administrativos”.
Añadieron que el aporte de Contraloría ha sido “fundamental para abordar vicios o errores de la gestión anterior”, comprometiéndose a mejorar con “la mejor disponibilidad, apego a la normativa y compromiso con el desarrollo cultural, artístico y patrimonial en la Región de Ñuble”.