Era uno de los tantos funerales que, diariamente, recibe el Cementerio Municipal de Coelemu (Región de Ñuble). Sin embargo, casi termina en tragedia: produjo un incendio de pastizales.
Tras la ceremonia religiosa, tres hombres lanzaron fuegos artificiales al aire. Bastaron unas cuantas chispas para que uno de los predios que rodean al camposanto ardiera en llamas.
"Fue dañada casi media hectárea del sector trasero del lugar", detalló la Jefatura de Zona de Carabineros de Ñuble. Precisamente fueron funcionarios policiales los que detuvieron a quienes dispararon la pirotecnia.
Los sujetos fueron puestos a disposición de la Justicia y capturados por personal de la Subcomisaría de Coelemu. Mientras, equipos de emergencias lograron apagar las llamas.
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La pirotecnia
El recinto se encuentra rodeado por vegetación. De hecho, limita al sur con un cerro eriazo por el que, antiguamente, pasaba la línea férrea. Fue en esa zona donde cayeron las chispas.
El incendio se habría originado porque los fuegos artificiales, al explotar o al caer, emiten fragmentos incandescentes. Estas partículas calientes pueden entrar en contacto con pastizales secos, que son altamente inflamables, especialmente en condiciones de calor, viento o sequedad en el ambiente.
Las chispas generan suficiente calor para encender la materia orgánica seca, como hojas, pasto o ramas. Una vez que el fuego comienza, se propaga rápidamente por los pastizales debido a la continuidad del material combustible y la acción del viento, que puede avivar las llamas y expandirlas.