El pasado lunes, 29 de mayo, las comunas de Chillán y Chillán Viejo vivieron la primera alerta ambiental del año 2023. Se trató de una medida decretada por la baja de la temperatura y las malas condiciones de ventilación en la zona lo que potencia la contaminación del aire.
Se trata de una medida contemplada en el Plan de Gestión de Episodios Críticos, del Ministerio de Medio Ambiente. Su decreto implica restricciones que buscan mitigar la contaminación del ambiente.
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«Es importante que la ciudadanía también contribuya desde su propio lugar, especialmente pensando en los grupos más sensibles como los niños, los adultos mayores y las personas con enfermedades respiratorias», resaltó el delegado presidencial Gabriel Pradenas.
Mientras, el Seremi de Medio Ambiente, Mario Rivas, reiteró el llamado a usar correctamente los calefactores a leña y sólo en casos inevitables. Las restricciones establecidas «son de vital importancia para reducir la emisión de material particulado», explicó el funcionario.
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Emergencia y preemergencia
Las emergencias ambientales se decretan por 24 horas y sobre la base de un pronóstico de las condiciones atmosféricas. En caso de emergencia, se prohíbe el uso de calefactores y cocinas a leña, excepto los certificados por el Ministerio del Medio Ambiente.
También se prohíben calderas potentes y la quema de rastrojos en terrenos agrícolas y forestales.
Para este martes, 30 de mayo, Chillán y Chillán Viejo se encuentran en preemergencia ambiental.
