En medio del Estado de Catástrofe decretado para toda la Región de Ñuble, la Subsecretaria de Educación, Alejandra Arratia, visitó el Liceo Bicentenario de San Gregorio, en Ñiquén.
El recinto se transformó en el principal albergue de esa comuna, de la cual casi la mitad de su zona urbana fue afectada directamente por las inundaciones.
En el albergue se encuentran 104 personas, provenientes también de zonas limítrofes como la ribera del Perquilauquén, que cedió completamente ante la crecida del río.
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Ñiquén es una de las seis comunas que permanecieron con clases de Educación Municipal totalmente suspendidas. En similar situación estuvieron San Carlos, San Fabián, Cobquecura, Ránquil y Coelemu.
«Quisimos conocer la situación que están viviendo», comentó la Subsecretaria de Educación. «Queremos ver el funcionamiento del servicio de alimentación que entrega JUNAEB, que ha sido muy valorado por las familias», añadió.
«En estos momentos difíciles es cuando se hace especialmente patente la importancia de que, como Estado, podamos estar presentes», remarcó la funcionaria.
Respecto al retorno a las aulas, la subsecretaria aseveró que están «gestionando los apoyos necesarios para permitir la vuelta a clases en las comunas afectadas».
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Liceos convertidos en albergues
El Seremi de Educación, César Riquelme, precisó que son varios los establecimientos que han sido adecuados como albergues.
«El Liceo Bicentenario de San Gregorio o el Internado de Coihueco están acogiendo en estos instantes una gran cantidad de personas albergadas, pero que ya están recibiendo en forma regular y constante las raciones de la JUNAEB«, detalló.
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Precisamente, es la JUNAEB la encargada de entregar alimentación diaria en los liceos y escuelas. Esta vez, dicho sistema ha sido adecuado para entregar raciones a los damnificados.
Hasta ahora, cada tarde el Mineduc o los distintos municipios informan por redes sociales qué establecimientos vuelven o no a clases. En comunas como San Carlos van tres días consecutivos de avisos de suspensión.
