Completamente inclinada y caída hacia la ribera del estero Coyanco, en Quillón (Región de Ñuble). Así terminó este jueves, 13 de junio, una casa del sector Culturía Alto, tras las fuertes lluvias y el aumento del caudal.
La vivienda de material ligero sufrió el desmoronamiento del terreno ante la crecida del estero. Sin embargo, se encontraba deshabitada.
El estero Coyanco es uno de los tantos afluentes que han visto sus cauces aumentar estrepitosamente durante este sistema frontal. Según datos de la Dirección General de Aguas, desde el martes 11 de junio han precipitado casi 50 milímetros de aguas.
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Las posibles causas
Si bien el cauce había aumentado en inviernos anteriores, este 2024 el impacto fue mucho mayor. Vecinos del sector comentaron que, en verano, equipos de emergencias realizaron una limpieza del estero, lo que incluyó la remoción de varios árboles.
Los árboles ribereños, al contener raíces y pailar la erosión de las aguas, pueden actuar como mitigadores de desmoronamientos en estos casos; lo que puede evitar situaciones como esta.
Ríos en alerta
Actualmente hay dos ríos que están siendo monitoreados por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred). Este miércoles, 13 de junio, el organismo declaró alerta roja para el río Lonquén y alerta amarilla para el río Larqui.
La estación hidrométrica del río Lonquén en Trehuaco ha superado el umbral de alerta, indicando un riesgo inminente de inundación. Esta situación ha llevado a la activación de varias acciones de emergencia.
Mientras, la estación hidrométrica del río Larqui en Santa Cruz de Cuca ha alcanzado niveles preocupantes. Aunque el riesgo no es tan inminente como en una Alerta Roja, se requiere monitoreo continuo y preparación.