Un 55% menos de caudal presenta el río Ñuble en comparación a 2024. Así lo informó la conocer la Junta de Vigilancia del Río Ñuble (JVRÑ) este jueves, 27 de noviembre.
La entidad declaró la escasez hídrica el pasado 13 de noviembre y, por lo mismo, adelantó el inicio de la distribución extraordinaria de agua en los canales de regadío para el 21 de noviembre, un mes antes que en la temporada anterior.
La marcada disminución del caudal, según indicaron, está relacionada con un contexto de déficit de lluvias y nieve en la cordillera.
De acuerdo con cifras oficiales entregadas por la organización, el 21 de noviembre de 2025 el río Ñuble registró un caudal medio diario de 60 metros cúbicos por segundo (m³/s). En la misma fecha del año anterior, la medición fue de 135 m³/s, según la estación San Fabián 2 de la Dirección General de Aguas (DGA).
Actualmente, más de cinco mil regantes dependen del río Ñuble para abastecer sus cultivos, en una región donde la actividad agrícola representa el motor económico principal de varias comunas interiores.
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Déficit de precipitaciones y baja acumulación de nieve
La repartidora general del Río Ñuble, Daniela Durán, explicó que los canales de riego inician su funcionamiento en septiembre, pero que la distribución controlada del recurso se aplica cuando el río deja de cubrir la demanda.
“Este año, la disponibilidad de agua es menor, y lo podemos notar en dos factores: primero, que la entrega controlada de agua a prorrata comenzó un mes antes respecto el año pasado y la segunda es que actualmente el río porta un 55% menos que el periodo anterior”, puntualizó Durán.
A la baja del caudal se suma un déficit de precipitaciones, que supera el 32% respecto al año anterior y alcanza un 43% en relación a un año considerado normal. También se reporta una menor acumulación de nieve, un elemento clave para el abastecimiento hídrico durante los meses cálidos.
El comportamiento del río Ñuble responde a un régimen nivopluvial, lo que significa que depende tanto de la lluvia como del deshielo en la cordillera. Según la Dirección Meteorológica de Chile, los ríos con este tipo de régimen tienden a disminuir su caudal en verano si no hay suficiente nieve acumulada.
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Proyecciones para el verano complican el acceso a agua
La autoridad técnica advirtió que las condiciones proyectadas para el verano complicarán aún más el acceso al agua en sectores rurales. “Durante el verano, la reducción del caudal es inevitable, y si las condiciones como lluvia y nieve son bajas, la situación se torna difícil de enfrentar, obligando a los agricultores a ajustar sus riegos”, explicó Durán.
Agregó que ya hay reportes de pérdidas en cultivos debido a la falta de agua en algunas zonas del valle.
El presidente de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Fernando Rueda, señaló que la cuenca requiere infraestructura de almacenamiento para enfrentar estos fenómenos. A su juicio, el embalse Nueva La Punilla permitiría resguardar caudales invernales y destinarlos al riego estival.
“Una obra multipropósito como el embalse Nueva La Punilla permitirá mitigar los efectos de la sequía, reservará volumen exclusivo para consumo humano, resguardará la ribera ante eventuales crecidas del río como las del 2023 y, por sobre todo, permitirá asegurar el abastecimiento para la agricultura, que es la principal actividad socioeconómica de la región”, afirmó el dirigente.
La Junta de Vigilancia informó que mientras se mantenga el periodo de distribución extraordinaria, se desplegarán equipos en terreno para monitorear los caudales y fiscalizar el cumplimiento de los turnos de entrega de agua.













