La mañana del jueves, 9 de marzo, el alcalde de Chillán Viejo, Jorge del Pozo, realizó una denuncia ante la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) por los recurrentes malos olores en la comuna.
Un día después, la SMA formuló nuevos cargos contra la empresa Maxagro, que mantiene un plantel porcino (cerdos) en las cercanías del sector El Quillay.
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Hay infracciones anteriores
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Ya hay infracciones cursadas de episodios anteriores. Son el incumplimiento en los parámetros de riego de acuerdo a lo que ha sido la aprobación ambiental, y las deficiencias en los planes de contingencia por un episodio de derrame de purines del 2022, entre otros elementos fiscalizados en terreno.
Al respecto, la Seremi de Medio Ambiente informó que la SMA ha constatado que ambos incumplimientos son graves y llevan aparejada una multa sobre los 7 mil 400 millones de pesos, clausura o revocación de autorizaciones ambientales.
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Bajo este contexto, el seremi Mario Rivas, sostuvo que “el rol de la SMA ha sido clave fiscalizando en terreno, instalando estaciones de monitoreo con la comunidad y, en esta oportunidad, con una categórica formalización de cargos“.
También, la autoridad remarcó que “durante las próximas semanas se harán talleres informativos para funcionarios públicos y municipales con competencia fiscalizadora, a fin de que todos estén correctamente informados respecto a la implementación de la primera norma ambiental chilena en la región“.
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“No somos responsables de este episodio”
Mediante una declaración pública, la empresa acusada contestó que “los cargos formulados no guardan ninguna relación con las denuncias de malos olores realizadas por el municipio de Chillán Viejo. En relación a esto, tras revisar todos los procesos e instalaciones de la compañía, Max Agro descarta ser responsable de este episodio” ocurido los últimos días.
Por último, desde Max Agro indicaron que “la Superintendencia del Medio Ambiente fiscalizó a la compañía, sin detectar ningún tipo de incumplimiento ni falla operacional en nuestros sistemas“.