El Ministerio de Agricultura anunció una inversión de casi $4 mil millones destinados a apoyar la agricultura familiar campesina en la Región de Ñuble.
Esta medida surge como respuesta a los daños causados por dos sistemas frontales que afectaron la región, dañando praderas, infraestructura y cultivos de miles de familias.
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Hasta la fecha, se han destinado $2 mil 700 millones en bonos y ayudas para alimentación animal. Además, INDAP ha reservado $1.000 millones para emergencias en riego, y ya se han aprobado seis proyectos para canales de los ríos Ñuble y Perquilauquén.
La Seremi de Gobierno, Valentina Pradenas, comentó sobre la importancia del agro en la región y la preparación ante futuras emergencias.
Además, adelantó que “en la propuesta del Presupuesto 2024, (el Ministerio de) Hacienda aumentó considerablemente la cantidad de recursos para emergencias”.
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Mientras, la Seremi (s) de Agricultura, Fernanda Azócar Rodríguez, destacó el trabajo realizado para tener una clara imagen de la situación y responder a las necesidades de los productores.
“Hemos trabajado (…) para tener una radiografía de la afectación de la agricultura familiar campesina de la región”, relató.
Agricultura familiar campesina
La agricultura familiar es una práctica agrícola donde la mano de obra proviene principalmente de familias que buscan autoabastecerse.
Esta labor es común en poblaciones rurales que buscan satisfacer sus necesidades alimentarias diarias o generar ingresos a través de la producción de alimentos, a menudo orgánicos y sin agentes químicos.
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La familia conforma un equipo de trabajo, y en estas unidades, no hay trabajos remunerados. La agricultura familiar se diferencia de la producción a gran escala liderada por empresas, ya que se centra principalmente en el autoabastecimiento y el abasto local.
Esta inversión busca no solo rehabilitar la infraestructura dañada, sino también fortalecer, aseguran, y preparar a la región para futuros desafíos en materia de la sustentabilidad de la agricultura familiar en Ñuble.
