El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) Quilamapu, en Chillán, anunció este viernes, 15 de diciembre, un proyecto pionero destinado a combatir las malezas que perjudican los cultivos de arroz, trigo y legumbres en la Región de Ñuble.
La iniciativa, respaldada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), propone una solución tecnológica para reducir el uso de agroquímicos, beneficiando al medioambiente.
Se centra en el empleo de inteligencia artificial (IA) y tecnologías de identificación digital, para la detección y control de malezas.
Según el especialista en malezas de INIA Quilamapu y coordinador del proyecto, Lorenzo León, estas tecnologías se han probado en ensayos controlados.
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Crear un «mapa de malezas»
Una de las aplicaciones más destacadas del proyecto es la creación de «mapas de malezas» para localizar herbicidas, utilizando drones agrícolas. De este modo, facilitarán la implementación de estrategias de manejo más precisas y sostenibles.
El alto uso de herbicidas en Chile, que supera los niveles de otros países desarrollados y de América según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es un antecedente preocupante que motiva este proyecto.
«Si bien hay países que manejan cifras incluso más altas que nosotros, la idea es continuar en una tendencia de uso descendente sobre estos productos«, remarcó el trabajador del INIA.
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Centro Nacional de Inteligencia Artificial
El desarrollo del proyecto contará con la colaboración del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA) y dos empresas de drones de las regiones del Maule y Ñuble. Además, se incluirá la participación de servicios de asistencia técnica (SAT) para vincular el proyecto con los agricultores.
Este esfuerzo de tres años lleva por nombre «Manejo de malezas con uso de inteligencia artificial para la agricultura sostenible en trigo, arroz y leguminosas en Chile».
Además de los aspectos técnicos, el proyecto enfatiza la capacitación y la conversación con los agricultores para adaptar las tecnologías a sus necesidades específicas. «El traspaso de tecnologías será en base al diálogo que se establezca con ellos», concluye León.
