En una entrevista con el programa Podemos Hablar de Chilevisión, dos exconscriptos compartieron detalles sobre las circunstancias que, llevaron a la muerte de su compañero Franco Vargas durante una marcha en Putre (Región de Arica y Parinacota).
Se trata de los jóvenes Cristopher Pakarati y Francisco Adasme, quienes compartieron con el fallecido. Sus relatos contrastan con la versión oficial proporcionada por el Ejército.
Según Adasme, durante la marcha que tuvo lugar el 27 de abril, a los soldados se les ordenó retirar sus chaquetones, dejándolos sin protección adecuada contra el frío.
Adicionalmente, les fue restringido el acceso a bebidas calientes, limitándolos a tomar solo pan, que tampoco se les permitió consumir.
Pakarati señaló que Vargas había mostrado signos de dificultad física desde el inicio de la marcha, solicitando detenerse para descansar, una petición que, según su testimonio, fue ignorada.
El exconscripto describió varios desmayos de Vargas, cuya situación empeoró cuando su mochila se rompió, exponiéndolo aún más al frío.
«No se la desearía ni a mi peor enemigo
Los testigos afirmaron que aunque algunos compañeros y un suboficial intentaron ayudar a Vargas, este finalmente colapsó y no se recuperó.
«Se murió de una manera que no se la desearía ni a mi peor enemigo», declararon, describiendo el trato recibido por Vargas durante la marcha.
Además, Adasme relató una interacción posterior con un superior, quien, tras escuchar su descripción de los eventos, habría comentado que a Vargas simplemente «le tocó morirse, nomás«. Esta afirmación ha sido citada como indicativa de la respuesta emocional de algunos mandos frente a la situación.
Los testimonios se suman, ahora, a la seguidilla de reacciones que ha dejado la muerte del joven y la internación de varios de sus compañeros.
