Un total de 900 metros de cables de cobre fueron robados el pasado 25 de noviembre en el sector Pal Pal, comuna de El Carmen (Región de Ñuble).
Ante este delito, la empresa Frontel interpuso una querella en el Juzgado de Garantía de Yungay, con el objetivo de identificar y sancionar a los responsables. La acción legal fue realizada en conjunto con el Seremi de Energía de la Región de Ñuble, Dennis Rivas.
El robo de cables genera extensos cortes de suministro eléctrico y afecta la vida diaria de las comunidades. Según el gerente zonal de Frontel, Fernando Caire, la querella busca perseguir a quienes cometen estos delitos, que impactan negativamente a los vecinos afectados.
“Nos encontramos presentando esta querella con el objetivo de perseguir a los responsables de este ilícito que afectó el servicio a vecinos de El Carmen”, explicó.
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El Seremi de Energía destacó la magnitud del problema en Ñuble, donde se han sustraído 72 mil metros de cables eléctricos en lo que va del año. Este delito ha generado pérdidas económicas cercanas a los $450 millones y afecta mayormente a las comunas de Bulnes, Pemuco y Quillón.
“Queremos reiterar el llamado a las y los vecinos de Ñuble que, en caso de observar alguna actividad sospechosa, no duden en contactar a las autoridades pertinentes, para que se pueda investigar y perseguir eventuales delitos que afecten el suministro eléctrico”, indicó Rivas.
Desde enero, la región ha registrado 15 robos de tendido eléctrico, lo que complica los trabajos de reposición por la dificultad técnica que implican.
Además de los daños materiales, estos actos generan interrupciones prolongadas de suministro que impactan directamente a las familias. Según Caire, “el daño a nuestras instalaciones no es comparable con el grave perjuicio que ocasiona a la comunidad la falta de suministro”.
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Abrieron fono de denuncia
Para enfrentar este problema, Frontel habilitó un número de atención telefónica (800 600 802) donde los usuarios pueden reportar emergencias relacionadas con el robo de cables.
Las autoridades instan a la ciudadanía a denunciar actividades sospechosas directamente a Carabineros o a la Policía de Investigaciones para contribuir a las investigaciones.
Desde enero, la región ha registrado 15 robos de tendido eléctrico, lo que complica los trabajos de reposición por la dificultad técnica que implican.
Además de los daños materiales, estos actos generan interrupciones prolongadas de suministro que impactan directamente a las familias. Según Caire, “el daño a nuestras instalaciones no es comparable con el grave perjuicio que ocasiona a la comunidad la falta de suministro”.
