SEÑOR DIRECTOR:
Me dirijo a usted en esta fecha tan significativa, el 3 de enero, para conmemorar un aniversario más de la partida de un personaje histórico cuya influencia y pensamiento siguen resonando en nuestra sociedad: Radomiro Tomic Romero. Hoy, al recordar su legado, deseo reflexionar sobre un tema que él abordó con vehemencia hace décadas.
Publica avisos legales fácil y rápido
Extractos, citaciones, extravíos de cheque, remates y más
En un mensaje dirigido a universitarios en 1983, discutía sobre la tesis de la Democracia Cristiana en 1969, analizando cómo debería organizarse el Gobierno desde 1970, en respuesta a una crisis del sistema constitucional que parecía ineficaz para gobernar con mayorías, debido a la división del Estado en tres tercios que no lograban acuerdos.
Su propuesta era audaz: buscaba la Unidad Política y Social del Pueblo, una alianza que integrara a la izquierda laica, al partido comunista y al socialista, para darle al estado una base social e institucional robusta, permitiendo así una expresión democrática de la mayoría en Chile.
Este Gobierno, según él, representaría verdaderamente al pueblo chileno, y aspiraba a profundizar la democracia para transformar a Chile en una sociedad comunitaria, socialista, pluralista y democrática. Sin embargo, esta propuesta de la Democracia Cristiana fue rechazada categóricamente por la izquierda: “Con la Democracia Cristiana nada y con Tomic ni a misa”. Este rechazo planteó un quiebre crucial en la futura gobernabilidad.
Las preguntas hacia Tomic sobre cuándo abandonaría su candidatura reflejaban la falta de voluntad para lograr la unidad política y social deseada. A pesar de sus esfuerzos, la historia tomó un rumbo que ya sabemos, y con la victoria de la Unidad Popular con Allende, presenciamos el último gobierno democrático hasta la caída del dictador.
Hoy, al recordar estas palabras y propuestas, me pregunto si su legado, su intención de llegar a acuerdos para obtener un reordenamiento de las fuerzas políticas hace eco en la sociedad actual. ¿Puede su enseñanza garantizar la gobernabilidad de una coalición progresista en el Siglo XXI?
Este 32 aniversario de la partida de Radomiro Tomic Romero nos invita a reflexionar sobre las lecciones que aún podemos, recordar estas propuestas y debates es esencial para entender nuestro pasado y construir un futuro más inclusivo y representativo, con capacidad de llegar a consensos, con unidad y mayorías sociales e institucionales.
Hugo Vallejos Osorio
Secretario Nacional de la Juventud Demócrata Cristiana de Chile