Lleva instalado en la alcaldía de San Nicolás desde el año 1996 y, de no ser por la nueva ley que limita las reelecciones para el mismo cargo, es probable que hubiera ido nuevamente por el sitial municipal.
Víctor Toro Leiva, alcalde sannicolasino, es también -como toda autoridad comunal- el sostenedor de todos los establecimientos de educación municipales, y tiene claro que el lugar que ocupa hoy su principal liceo, el Bicentenario de Excelencia de San Nicolás, es uno de los frutos que ha dado una forma de trabajo sistemática y establecida desde hace casi dos décadas. De hecho, la visita del presidente Sebastián Piñera a la comuna el pasado mes de agosto ha sido uno de los tantos giños y reconocimientos que a nivel nacional se le han otorgado a San Nicolás, cuyos estudiantes hoy pueden optar a multiples disciplinas y viajar al extranjero mediante pasantías.
A mediados de agosto, la autoridad comunal hizo una solicitud para que los cuartos medios del Liceo Bicentenario volvieran a clases presenciales ya que, como todos los estudiantes primarios y secundarios del país, se encuentran sólo con acompañamiento pedagógico o clases online. Si bien el Ministerio de Educación (Mineduc) no aprobó la solicitud, marcó un presente entre otras comunas.
-Alcalde, ¿Por qué solicitar una medida como esa al Mineduc? En Chile tenemos alcaldes que solicitan todo lo contrario y han decidido cerrar el año escolar en sus comunas…
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Es muy simple. Nosotros en San Nicolás sabemos que la educación es la única forma de sacar a una sociedad de la pobreza, es el único camino para el desarrollo humano. Las desigualdades comienzan desde el momento de nacer y luego se transmiten al sistema educativo, por eso que es importante entregar la mejor educación para eliminar las brechas. El que se educa en un colegio pagado, como el Colegio Alemán por ejemplo, corre con ventaja en comparación a los niños del sistema público. Los alcaldes somos sostenedores, por lo tanto no solo estamos encargados de administrar el sistema comunal sino que de asegurarnos que los niños estén aprendiendo y reciban una educación integral.
Por lo mismo como Municipalidad estamos muy preocupados por los resultados Simce y la preparación para entrar a las universidades; por eso que somos contrarios a cualquier tipo de suspensión de clases. Aquí en San Nicolás hace veinte años que no hay un paro de profesores, porque el amor que tienen los profesores por los estudiantes les impide dejar de entregar conocimientos y solucionan sus temas de otra forma.
Con esto de la pandemia, se han visto afectadas las clases presenciales y todo el acompañamiento escolar ha sido a distancia, entregando material o a través de internet, y eso afecta al aprendizaje, porque no estamos en una situación normal. Y los apoderados de los jóvenes de cuarto medio están muy preocupados por eso, porque no es lo mismo aprender en la casa a que aprender en el liceo, en un ambiente diseñado para eso. Más de la mitad de los apoderados me han expresado su preocupación y por lo mismo elevé una solicitud al Mineduc para evaluar la posibilidad de que sólo los cuartos medios regresen a clases, si es que existen las circunstancias para ello. El Mineduc tiene la última palabra.
-Alcalde, usted mencionó que desde hace dos décadas que no hay paro docente en su comuna. ¿Cómo sucede eso? ¿Fue una imposición hacia los docentes? Todo trabajador tiene derecho a manifestarse y organizarse de esa forma…
Aquí nadie les ha impuesto algo, ellos como trabajadores tienen sus derechos y pueden organizarse e ir a paro, pero, tal como indica la ley, día que no se trabaja es descontado, y como aquí tenemos esa norma clara, no hay paros. Los temas se resuelven de otra forma y, al final del día, los más perjudicados con el paro son los estudiantes que no reciben conocimientos, y los estudiantes no tienen culpa en esto. Los temas se resuelven sin intervenir con las clases de los estudiantes.
-Y ¿Por qué se ha focalizado en la educación desde su llegada al Municipio? Una comuna rural tiene problemáticas no solo educativas…
Bueno, primero que todo le digo que yo soy nacido y criado en esta comuna, y conocí cuántas eran las dificultades que teníamos nosotros, los hijos de San Nicolás, para educarnos. Cuando yo me eduqué tuve que viajar hasta otra ciudad para poder recibir una educación que me permitiera ingresar a la educación superior. Desde séptimo básico hasta el quinto año de enseñanza media lo cursé en lo que hoy es el Liceo Politécnico Ignacio Carrera de San Carlos; estuve siete años ahí. Y el Liceo de San Nicolás tenía, practicamente, cero posibilidad de llevar a la educación superior; por lo que me fui a San Carlos a un internado.
Yo me pude dar cuenta que la educación que entregaba San Nicolás tenía un bajo nivel, la que me entregaron en San Carlos era media y la que entregan los colegios particulares pagados está muy por sobre la educación pública. Por lo tanto, cuando asumí como alcalde (1996) lo primero que hicimos fue tratar de imitar lo que hacían los colegios particulares con su sistema educativo.
Fue así como comenzamos a potenciar la parte pedagógica, y aquí estamos. Esto de los Liceos Bicentenario comenzó en el primer gobierno de don Sebastián Piñera y fue un reconocimiento a lo que nosotros hemos venido haciendo.
Nosotros partimos hace aproximadamente veinte años, específicamente desde el año 2002, cuando comenzamos a cambiar la parte pedagógica, sin paros, desarrollar espacios para el ámbito deportivo, artístico y cultural y fomentar la formación valórica. Y ese respeto por la institucionalidad, ese respeto por los niños fue haciendo que San Nicolás tuviera un buen resultado pedagógico. ¿Por qué le digo esto? Para explicar por qué cuando inició la entrega de la distinción Liceos Bicentenario en Chile, nosotros entramos a “competir”, por así decirlo, con Chillán, que era la capital de la provincia (de Ñuble). Y, aunque el Gobierno era de derecha, el presidente (Piñera) de Renovación Nacional y Chillán tenía a su alcalde del mismo partido (Sergio Zarzar, RN) el Gobierno se inclinó por San Nicolás, cuyo alcalde (quien habla) es democratacristiano, demostrando que el adjudicarnos el título y los beneficios de ser Liceo Bicentenario jamás fue una decisión política, sino que netamente meritocrática.
-Y este ámbito que usted destaca -la educación- ¿se lo reconocen los vecinos?
Por supuesto que si, conozco de cerca como las familias de esfuerzo y trabajo han podido llevar a sus hijos a la universidad gracias a esto y ellos reconocen el trabajo de esta Municipalidad y de los profesores y todos los que forman parte del proceso de la educación.
-Usted ya no podrá ser más alcalde una vez terminado su periodo, por el límite a la reelección. ¿Cuál es su futuro político?
Bueno, a mi me encantaría seguir siendo alcalde, creo que es el cargo más importante y bonito. Hay gente que dedica su vida a escalar en la política: primero concejales, después alcaldes, diputados, senadores; y otros que nos interesa sólo aportar a nuestra gente. Cuando se cierra una puerta se abre una ventana y ya veré desde que escenario seguiré trabajando por mi gente.
